En la década de los años 70, la mayoría de las series animadas se elaboraban de manera artesanal, y estas capturaban la atención de la audiencia. En el contexto cubano, la tierna canción de Toqui tenía el poder de atraer a los espectadores, quienes dejaban a un lado sus quehaceres para disfrutar de las peripecias de este entrañable títere. Cada episodio repleto de aventuras no solo entretenía, sino que también educaba.
Toqui es un títere ecuatoriano-cubano creado por Ana María Salas en la década del 70. Sus encantadoras aventuras cautivaron el corazón de muchas generaciones de cubanos. Ana María Salas, una talentosa cubana residente en Ecuador, dio vida a este personaje que conquistó a los más jóvenes de Cuba en la década de los 80 a través de las emisiones televisivas en blanco y negro de aquel entonces.
El personaje de Toqui, transportado por su amiga «la Mariposita», emprendía emocionantes viajes a través de la historia universal, cautivando tanto a niños como a adultos. El nombre de Toqui, ingeniosamente creado, es una inversión de «Quito», la capital de Ecuador, donde reside su creadora. Este juego de palabras añadía un toque de originalidad y unicidad.
La música también desempeñó un papel crucial en la identidad de Toqui. La canción que lo acompañaba, con letras conmovedoras, tocaba los corazones de sus seguidores: Yo quiero ser tu amigo, y siempre lo seré; Todas mis inquietudes a ti te las diré… La serie original de Toqui se produjo en 1986 en los estudios del ICRT y regresó a la televisión cubana en 2020, evocando recuerdos y emociones.
El legado de Toqui se ha mantenido a lo largo del tiempo. La historia de Ana María Salas, la autora de Toqui, también es destacable, ya que formó parte de la primera generación de Instructores de Arte formados en Cuba. Su creatividad y dedicación han dejado un impacto duradero, y Toqui sigue siendo un símbolo de cariño y diversión en la cultura cubana.
