La meca de la ostentación y el lujo residencial en Bel-Air, Los Ángeles, ha dado la bienvenida a la venta de una mega mansión inigualable, bautizada con el nombre de «La Fin». Este magnífico enclave fue concebido y construido meticulosamente a lo largo de siete años por el doctor Joseph Englanoff, un inversor inmobiliario y médico, quien ha lanzado esta residencia al mercado por el asombroso precio de $139 millones. La magnificencia de La Fin se extiende más allá de los atributos convencionales de una residencia; presenta una serie de comodidades que desafían la imaginación y definen una nueva dimensión del lujo.
1. Un Recorrido por el Lujo:
La MegaMansión La Fin, es el paradigma de la opulencia. La residencia se extiende majestuosamente sobre un terreno de 40,000 pies cuadrados, con impresionantes vistas que se ciernen sobre Bel-Air, el corazón de Los Ángeles y Century City. Un ejemplo claro de que el tamaño importa, esta lujosa morada alberga 12 dormitorios, 18 baños y un garaje giratorio con capacidad para seis vehículos.
2. Joyas Arquitectónicas:
Los detalles arquitectónicos de La Fin se elevan por encima de la competencia. En su interior, se encuentra una sala de vodka a 30 grados bajo cero, un paraíso para los amantes de la bebida premium. Un gimnasio completo con un muro de escalada se sumerge en el lujo, permitiendo a los residentes mantenerse en forma con un toque de extravagancia. Uno de los elementos más llamativos es un baño completamente dorado, equipado con una ducha de 100 pies cuadrados y una bañera esculpida en una única pieza de mármol importado de Italia.
3. Entretenimiento sin Límites:
Sin embargo, lo que verdaderamente distingue a La Fin son sus espacios de entretenimiento. Un club nocturno de 6,000 pies cuadrados, revestido de cristales y coronado por una lámpara de araña colosal de 44 pies, se erige en el centro de los tres pisos. Este espacio es un testimonio de que la fiesta no tiene límites cuando se trata de extravagancia.
El Enigma de la Propiedad:
En medio de tanta grandeza, existe cierta ambigüedad sobre el propietario actual de La Fin. Los informes han oscilado entre dos posibilidades intrigantes:
- El Dr. Joseph Englanoff: Este inversionista en bienes raíces y médico adquirió el terreno en 2014 por el modesto precio de $5 millones. Luego, dedicó siete años a desarrollar la majestuosa La Fin, que él mismo puso en venta por $139 millones. También, fue prestamista de la llamada casa «The One», que alcanzó notoriedad al ser subastada por $295 millones sin reserva a principios de marzo de 20221.
- Richard Saghian: El propietario de la destacada empresa de moda rápida, Fashion Nova, se situó como el ganador de la subasta de «The One», una propiedad en Bel Air con 21 habitaciones y 49 baños, que fue vendida por asombrosos $141 millones en marzo de 2022. No obstante, permanece incierto si él es también el propietario de La Fin, la megamansión de $139 millones en Bel-Air.
Un Tesoro del Lujo Inigualable:
La Fin se erige como un legado del lujo residencial en Bel-Air. La ambigüedad sobre su propietario no hace más que avivar la mística que rodea a esta mega mansión. Cualquiera que sea el nombre que se encuentre en el título de propiedad, La Fin es una muestra sobresaliente de extravagancia, un testimonio de que los límites del lujo residencial se expanden constantemente y un recordatorio de que solo unos pocos afortunados pueden aspirar a poseer el pináculo del lujo en forma de mansión.
Un Legado en el Horizonte:
A medida que esta mega mansión se abre al mercado, su destino está en manos de quienes buscan un refugio sin igual que combine una opulencia sin restricciones con una ubicación privilegiada y vistas panorámicas que dejan sin aliento. La Fin es un legado que trasciende el tiempo, y su impacto perdurará en el horizonte inmobiliario de Bel-Air, un faro de lujo en la ciudad de los sueños.
En última instancia, no importa quién sea el dueño de La Fin, ya que su esplendor inigualable seguirá maravillando a quienes tengan la fortuna de cruzar su umbral y experimentar el ápice del lujo residencial. Esta mega mansión en Bel-Air trasciende la propiedad; es una obra maestra del diseño y el estilo de vida.
